Este jueves 2 de noviembre 2023, coincide con el 106 aniversario de la publicación de la desafortunada Declaración Balfour por parte del ex Secretario de Asuntos Exteriores británico Arthur Balfour el 2 de noviembre de 1917, que marcó el inicio de la tragedia y catástrofe ocurrida en 1948, con el desplazamiento del pueblo palestino, los dueños de la tierra y los derechos, privándolos de sus derechos legítimos, y el establecimiento del estado de ocupación colonial israelí, que se basó en políticas de asentamiento colonial, agresión militar, desplazamiento forzado, limpieza étnica, confiscación de tierras, propiedad destrucción y judaización de la Ciudad Santa de Jerusalén.
En la Declaración el Gobierno británico mostraba su apoyo a la creación de un “hogar nacional” para el pueblo judío en la región de Palestina. Desde el siglo XIX, el Imperio británico había encontrado en la población judía de Oriente Próximo una esfera de influencia para defender sus intereses en la región y proteger la comunicación con sus colonias en Asia a través del canal de Suez.
Los británicos ya negociaban al inicio del siglo XX con líderes del sionismo, un movimiento político surgido como reacción al antisemitismo y que buscaba establecer un Estado judío. Incluso les ofrecieron parte del África Oriental Británica, pero la Organización Sionista Mundial lo rechazó en 1905, ya que defendía su ubicación en Palestina. Las conversaciones se estancaron en 1906 con la derrota electoral del conservador Arthur Balfour, pero la rivalidad contra los otomanos en la Primera Guerra Mundial abrió otra oportunidad para los sionistas británicos. El cambio de Gobierno en 1916, con Balfour como ministro de Exteriores, impulsó la relación hasta culminar el 2 de noviembre de 1917 en la Declaración Balfour.
Acabada la guerra, la ONU recién creada propuso un plan de partición para Palestina. Preveía dividir el Mandato británico en un Estado judío y otro árabe, con Jerusalén bajo control internacional. Los sionistas, por un lado, declararon en 1948 la independencia de Israel. Desde entonces, el Estado ha ampliado su territorio a costa de los palestinos, contradiciendo la Declaración Balfour: “No se hará nada que pueda perjudicar los derechos civiles y religiosos.