La medicina islámica, tuvo una considerable influencia en el desarrollo de la medicina Occidental en general y de la cirugía en particular, sobre en todo la del período del renacimiento islámico, que tuvo lugar entre mediados de los siglos VIII y XIII de nuestra era.
El desarrollo de las obras médicas escritas en árabe y traducidas al latín y griego alrededor de los siglos XI y XII han tenido una significativa influencia en el desarrollo de la medicina actual, generando una impronta en todas las especialidades de hoy, principalmente en la cirugía.
El desarrollo de la medicina islámica fue tan importante que llegó a demostrar que la teoría de los humores de Galeno, el médico más importante de la antigüedad griega, no era correcta y no podía ser aceptada como válida.
Existen numerosos médicos árabes o del mundo islámico que generaron grandes avances en todas las ramas de la medicina, pero uno de los mas reconocido es el llamado “padre de la cirugía moderna “, Abu’lQasim ibn Abbas al Zahrawi más conocido como Albucasis nacido en el siglo IX en la Medina Azahara a pocos kilómetros de la ciudad de Córdoba en el sur de España y que hoy está en ruina.
Albucasis fue tan prolífico en su actividad que su enciclopedia de 30 volúmenes sobre medicina, llamada A-Tasrif, fue traducida primeramente en latín y posteriormente a otros idiomas occidentales. Sus descubrimientos y sus conceptos de tratamiento se siguen usando hoy en día, principalmente en el ámbito de la cirugía.
Sus escritos sobre cirugía fueron reconocidos mundialmente y no sólo desarrolló operaciones novedosas sino además hizo públicos instrumentos quirúrgicos cuya vigencia sigue intacta hoy, aunque con modificaciones modernas y adecuadas a la época.
Los libros sobre medicina de Albucasis constituyeron textos referenciales en la Europa medieval, hasta el Renacimiento y el humanismo de la Europa central: durante cinco siglos fueron la guía “manual” del accionar de los cirujanos “prácticamente de todo el mundo conocido para la época”.
En cirugía, Albucasis se explayó en muchos campos que van desde la sutura de heridas con el uso del catgut y los hilos de seda: (hoy se siguen usando), asi como la cauterización de las mismas. Muchos trabajos de este “genio de la cirugía”, versaron sobre el invento de instrumentos entre ellos cánulas y otros de uso interno para la extraccion de cuerpos extraños en oído, uretra , etc.
Fue el primero en suturar una herida de la traquea y laringe, recuperando al paciente y salvándolo de morir.
Se calcula que desarrolló más de 150 instrumentos, que fueron muy utilizados en los actos quirúrgicos por médicos europeos durante 5 siglos y que después siguieron siendo útiles con modificaciones necesarias para la “modernización” de los tratamientos; no obstante la idea original siguió mostrando la genialidad de este médico andalusís.
No solo en el área de la cirugía general hicieron aportes los médicos mulsumanes-árabes, sino también incursionaron en la cirugía ocular principalmente en el tratamiento de la cataratas.
Muhammad ibn Qassoum ibn Aslam Al-Gafequi nació en Belalcazar (Córdoba ), conocida antiguamente como Gafeq (de ahí su nombre) y nació alrededor del siglo XI.
Fue el oculista mas conocido y famoso de “ese mundo” ya que no solo se dedicó a la operación de cataratas sino al tratamiento de numerosas iridopatías y enfermedades oculares.
Su formación como médico-cirujano fue llevada a cabo en Córdoba y Bagdad, pero su mayor actividad y su fama como gran cirujano ocular fue adquirida por su trabajo en la capital cordobesa.
Es interesante recordar que este insigne hombre de ciencia, escribió una obra de 6 capítulos titulada Guía del oculista, donde describió por primera vez la cirugía del tratamiento de cataratas ocular, entre otras consideraciones oftalmológicas. Más interesante es todavía conocer que existen dos copias de esta obra y que actualmente están en el Monasterio del Escorial y en El Cairo.
Estudiando los trabajos de Hipocrates y Avicena, Al-Gafequi se dio cuenta de que era necesario recrear todos los conocimientos de ese momento en un libro que sirviera de guía para los médicos actuantes en las patologías oculares. Por eso, en seis capítulos incluyó accidentes oculares, anatomía, uso de medicamentos para ojos y fundamentalmente la cirugía de cataratas y otras variantes quirúrgicas en enfermedades de la visión.
Hay una leyenda que trata de explicar que la palabra “gafas” deriva del nombre de este cirujano ocular Gafequi, pero se cree que no corresponde a la verdad y solamente ha quedado como una anécdota idiomática. En la Judería de la ciudad de Córdoba, existe una pequeña plazoleta con un busto que recordó el octavo centenario de su fallecimiento.
Los métodos quirúrgicos que recomendó eran muy naturales y la cauterización fue casi el único indicado para los tratamientos quirúrgicos. Sin embargo su importancia en la medicina continúa siendo tan llamativamente atrayente que su sepulcro en Hamadan (Iran) sigue confluyendo como punto de peregrinación de los mulsumanes que acuden en busca de curaciones milagrosas.
Durante siglos la medicina de avanzada (para la época) se desarrollaba en árabe y era de médicos musulmanes mientras Europa central era analfabeta y cualquier intento de progreso de la ciencia chocaba con la negativa que le imponían el fanatismo religioso y la teología.
Fuente: Perfil