La ministra francesa de Deportes, Amélie Oudéa-Castera, anunció la actualización de la política deportiva en la televisión nacional, revelando que el gobierno se oponía a la exhibición de símbolos religiosos y quería garantizar "una neutralidad absoluta en los servicios públicos".
“El equipo francés no usará el hiyab”, afirmó Oudéa-Castera durante el espectáculo.
El Senado francés votó en enero a favor de prohibir el uso de hiyabs y símbolos religiosos durante las competiciones deportivas, argumentando que los hiyabs y la ropa pueden poner en peligro la seguridad de los atletas que los usan.
La política nacional entrará en vigor el 26 de julio de 2024, cuando se encenderá la llama olímpica durante la ceremonia inaugural en París.
El Comité Olímpico Internacional (COI) anunció que se había pronunciado contra la decisión del gobierno francés, subrayando que todos los participantes que compiten en París son libres de expresarse y expresar su fe en la villa atlética.
Un portavoz del Comité Olímpico dijo que se habían llevado a cabo conversaciones con el Comité Olímpico Francés (CNOSF) para comprender mejor la situación.