El líder de la derecha neerlandesa, Geert Wilders, arremetió este jueves contra el islam al tacharlo de «religión repugnante, despreciable, violenta y odiosa» y defendió su derecho a la «crítica religiosa».
Una vez más puso a prueba a sus socios en el futuro gobierno de coalición, que está previsto que se anuncie, formalmente el próximo lunes, según EFE.
Wilders, líder del Partido por la Libertad (PVV) y ganador de las elecciones de noviembre, ha estado liderando las negociaciones para formar un nuevo gobierno, pero algunos de sus tres socios de derechas le han obligado, al principio del diálogo, a renunciar a las iniciativas que puedan ser vistas como contrarias al Estado de derecho, como la prohibición del Corán y el cierre de mezquitas.
«El islam es una religión, y la crítica religiosa está permitida. Y después de 20 años de protección, casas seguras, 5 fatuas (pronunciamiento religioso), miles de amenazas de muerte y visitas a muchos países islámicos, puedo decir que el islam es una religión repugnante, despreciable, violenta y odiosa», señaló el líder de la derecha radical en un breve mensaje.
A lo largo de esta semana, los candidatos a ministros han comparecido ante una comisión parlamentaria para responder preguntas sobre declaraciones pasadas y planes futuros, y uno de los temas clave fue precisamente el límite de las expresiones públicas cuando asuman sus nuevos cargos.
La futura vice primera ministra del PVV, Fleur Agema, fue interrogada sobre sus declaraciones pasadas sobre la necesidad de «des-islamizar» Países Bajos, mientras que la próxima ministra de Migración y Asilo, Marjolein Faber (PVV), tuvo que explicar su propia afirmación sobre la «sustitución étnica» (nacionalsocialismo) defendida por la teoría de la conspiración del Gran Reemplazo, que considera que los inmigrantes están «re-poblando» países occidentales