A partir del pasado martes, la delegación palestina puede asistir a las sesiones de la Asamblea General y presentar propuestas y enmiendas, pero todavía está excluida de la votación y de ser miembro del Consejo de Seguridad.
En un acontecimiento histórico, Palestina representada por el embajador Riyad Mansour, ha obtenido un asiento en la Asamblea General de la ONU, con plenos derechos para proponer y modificar resoluciones.
Aunque Estados Unidos vetó su membresía plena en el Consejo de Seguridad, la Asamblea General aprobó esta nueva condición para Palestina, que se ubicará alfabéticamente entre Sudán y Sri Lanka en las sesiones.
Hubo aplausos durante la sesión plenaria y un delegado egipcio describió el evento como un “momento histórico”. Hasta ahora, los palestinos se sentaban en la Asamblea General como observadores detrás de los diplomáticos de los Estados miembros.
La Asamblea General adoptó una resolución en mayo pasado que otorga a los palestinos mayores derechos y privilegios de participación dentro de la Asamblea General, donde se llevan a cabo discusiones sin que ningún Estado tenga poder de veto.