Bombardeos israelíes mataron a por lo menos 492 libaneses, incluyendo por lo menos 24 menores de edad, el lunes en el día más mortífero para el Líbano desde la guerra de 2006 entre Israel y Hezbollah.
Miles de libaneses huyeron del sur, y la carretera principal que sale desde el puerto sureño de Sidón estaba atestada de carros con rumbo a Beirut en el mayor éxodo desde los combates de 2006. Más de 1.645 personas resultaron heridas en los ataques, indicó el Ministerio de Salud libanés, una cifra dolorosa para un país que apenas se recupera de una operación la semana pasada en que cientos de aparatos electrónicos estallaron.
El ministro de Salud libanés, Firass Abiad, dijo en conferencia de prensa en Beirut que los ataques aéreos previos alcanzaron a hospitales, centros médicos y ambulancias. El gobierno ordenó el cierre de escuelas y universidades en la mayor parte del país y empezó a preparar albergues para las personas desplazadas del sur.