La alcaldesa de Ámsterdam, Femke Halsema, y el embajador palestino en los Países Bajos, Ammar Hijazi, asistieron al evento, cuyo objetivo era ofrecer un espacio para el duelo y la reflexión colectivos.
Janneke Stegmen, pastora de la iglesia, habló sobre la crisis actual y afirmó: “Todos hemos sido testigos de un genocidio durante un año. Nos pareció importante brindar un lugar para que las personas puedan expresar su dolor y sus emociones juntas”.
En el servicio participaron oradores de origen musulmán, judío y cristiano, que reflejaron las diversas preocupaciones sobre el conflicto. Stegmen enfatizó que la violencia en Gaza ha perturbado a personas de todas las religiones y agregó: "No hay suficiente empatía por las víctimas en Gaza. Es desgarrador presenciar este genocidio en curso", según The Islamic Information.