Hay muchas torres con reloj en el mundo, pero solo una puede presumir de ser la más alta de todas. Porque además de ser un reloj gigantesco, resulta que está en lo más alto del cuarto edificio más alto del planeta. Se llama Torre de Abraj Al-Bait y está en la Meca, en Arabia Saudita.
Con cuatro esferas de 43 metros de diámetro cada una, agujas de 17 metros y un gigantesco mosaico formado por 98 millones de piezas, este reloj alcanza una altura de 601 metros y se erige frente a la mezquita Masjid Al-Haram.
La torre del reloj se ilumina con más de 21.000 bombillas verdes y blancas durante los días de oración (cuenta con dos salas para ello, cuya capacidad es de unas 10.000 personas). Lleva desde el año 2010 en funcionamiento y debido a su gran altura se puede avistar desde 25 kilómetros de distancia. Con un total de 1.580.000 metros cuadrados, también es uno de los edificios con la superficie más grande que existen.
Además, el complejo está formado por lujosos hoteles, centros comerciales, diversas zonas de ocio y un aparcamiento capaz de albergar a más de 1.000 vehículos, según As.