En los Países Bajos, Geert Wilders, líder del PVV (Partido por la Libertad) y figura de la extrema derecha, provocó fuertes reacciones durante un debate parlamentario al acusar a los holandeses de origen marroquí y a la comunidad musulmana de ser responsables de los violentos enfrentamientos en torno al partido entre el Ajax de Ámsterdam y el Maccabi Tel-Aviv. Sus comentarios, que apuntan directamente a esta población, reavivan controversias sobre inmigración, violencia e integración, en un clima político ya tenso.
El escenario político holandés, ya sacudido por las tensiones en torno a la inmigración y la seguridad, dio un nuevo giro esta semana. Durante un debate parlamentario, el líder del Partido por la Libertad (PVV), Geert Wilders, aprovechó los incidentes violentos que rodearon el partido de fútbol Ajax-Maccabi Tel-Aviv para desafiar a los cargos electos y a la opinión pública.
Wilders, que se ha convertido en una figura central de la extrema derecha neerlandesa, no ha dudado en señalar a los holandeses de origen marroquí como responsables de lo que describe como una “caza de judíos” en las calles de Ámsterdam.
Un discurso acusatorio y polémico
En su discurso, Geert Wilders apuntó a “los musulmanes, principalmente de origen marroquí”, a quienes acusó de estar en el origen de la violencia observada.
Calificando los acontecimientos como “un pogromo del peor tipo”, afirmó que “los judíos fueron golpeados, apuñalados, arrojados al agua y golpeados en la cara”.
Wilders también denunció el antisemitismo que atribuye a las comunidades que cita, tema recurrente en sus intervenciones públicas, y propuso que el antisemitismo se convierta en fundamento legal para revocar la ciudadanía holandesa.
Los comentarios de Wilders, ampliamente difundidos y comentados, fueron difundidos por la emisora holandesa NOS, que precisó que este último reiteró su posición frente a las críticas. Cuando otro parlamentario, de tendencia más progresista, mencionó las provocaciones de algunos partidarios israelíes que coreaban consignas antiárabes, Wilders replicó que estas declaraciones no podían compararse con la “caza de judíos” que afirma observar, destacando la singularidad e inaceptable naturaleza del antisemitismo en este contexto.
Un controvertido informe del alcalde de Amsterdam
El debate también se vio avivado por un informe de la alcaldesa de Ámsterdam, Femke Halsema. En este documento, describe la violencia en torno al partido Ajax-Maccabi como un “cóctel tóxico de antisemitismo, vandalismo y tensiones políticas vinculadas al conflicto palestino-israelí”.
Halsema, si bien reconoció las provocaciones sufridas por las comunidades propalestinas, insistió en que nada puede justificar un llamado a la violencia o a “cazar a los judíos”.
Su informe, presentado en una reunión del consejo municipal, menciona también la participación de diez residentes israelíes en los enfrentamientos y subraya la complejidad de una situación en la que las tensiones internacionales se traducen localmente en actos violentos.
Según informes policiales, algunos partidarios israelíes del Maccabi Tel Aviv, enmascarados y actuando violentamente, atacaron a manifestantes pro palestinos, incluso apuntando a un taxi, según Hespress.