Nazem Kadri, figura emblemática de la Liga Nacional de Hockey (NHL) y jugador de los Calgary Flames (franquicia canadiense de hockey profesional), es mucho más que un simple deportista. Su viaje, que relata en su libro 'Dreamer, My Life on the Edge', resuena como una historia de perseverancia, pasión y lucha contra la adversidad.
Nacido en London, Ontario (Canadá), Kadri descubrió la pasión por el hockey desde muy joven, a pesar de la falta de diversidad y los desafíos del racismo.
Hijo de inmigrantes libaneses, Nazem Kadri creció apoyándose en sus raíces y en su familia para afrontar los insultos racistas que, desgraciadamente, le llegaban de todas partes a medida que avanzaba en su carrera.
Durante los playoffs de la Copa Stanley con Colorado Avalanche, incluso recibió amenazas de muerte.
Pero en lugar de darse por vencido, Kadri redobló sus esfuerzos, llegando incluso a traer la Copa Stanley de regreso a su ciudad natal en 2022 para honrar a la comunidad musulmana de Londres.
Se convirtió así en el primer musulmán en ganar el famoso trofeo de la Liga Nacional de Hockey (NHL), que reúne a las franquicias de hockey sobre hielo de Canadá y Estados Unidos, según Oumma.
Este poderoso momento tuvo lugar en una mezquita local, donde pudo ofrecer un momento de alegría y orgullo a los jóvenes, así como a un niño que, como él, había sido víctima del racismo.
En 2020, decidido a marcar la diferencia, Kadri cofundó Hockey Diversity Alliance para combatir el racismo y abrir el mundo del hockey a las comunidades marginadas. ¿Su sueño? Un deporte más inclusivo para la próxima generación de jugadores jóvenes, musulmanes o no, incluida su propia hija.
Nazem Kadri supo transformar los desafíos en fortaleza y encarnar un modelo para las generaciones más jóvenes. A pesar de los obstáculos y las campañas de difamación islamófobas, brilló en el hielo y se convirtió en uno de los jugadores más respetados de la NHL.
Su impacto hoy va mucho más allá de las pistas de hielo: su compromiso con la justicia social y la igualdad, de hecho, ha marcado el mundo del hockey. Su libro recuerda sus humildes comienzos y los sacrificios hechos por su familia para que pudiera seguir su sueño. Cada victoria obtenida, cada hito alcanzado, Nazem Kadri lo hizo con una determinación inquebrantable, deseando ser una fuente de inspiración para los jóvenes, en particular para los pertenecientes a minorías que a menudo están sub representadas en el deporte.