Amna Saleem, fundadora y presidenta del Banco de Alimentos Halal, dijo que la iniciativa surge de un programa lanzado en 2019 por la Asociación Canadiense de Cuidado de Alimentos.
Entre los numerosos proyectos emprendidos por esta asociación, el relativo a la alimentación halal despertó especial interés entre la población, que impulsó su implementación. Actualmente, el banco brinda asistencia mensual a aproximadamente 260 personas y recibió 67 solicitudes adicionales la semana pasada.
El proyecto cuenta con el apoyo de varias empresas alimentarias locales, el Centro Islámico del Sudoeste de Ontario y el Banco de Alimentos de Londres.
Saleem también anunció que el banco de alimentos halal pronto se trasladará a un espacio más grande, con el fin de ampliar su ámbito de acción. Aunque el establecimiento tiene como objetivo principal satisfacer las necesidades de la comunidad musulmana, está abierto a todas las personas que sufren inseguridad alimentaria, independientemente de su fe.
Con una población musulmana que representa casi el 5% de los canadienses según el censo de 2021 y que se ha más que duplicado desde 2001 gracias a la inmigración, la demanda de productos alimenticios halal está experimentando un fuerte crecimiento.
Este desarrollo ha alentado a las principales marcas canadienses a ampliar su oferta de productos halal, haciendo más accesibles alimentos como carnes, snacks y postres que cumplen con los requisitos islámicos.