Esta es la primera vez en el mundo musulmán. La mezquita Majid Al Futtaim, inaugurada el 8 de noviembre en Dubai, produce más electricidad de la que consume.
Sus 203 paneles solares generan un excedente de energía del 15%, reinyectado directamente a la red eléctrica de la ciudad.
El edificio, situado en el nuevo distrito de Tilal Al Ghaf, no se contenta con esta proeza energética. Está multiplicando las innovaciones verdes: agua caliente solar, iluminación inteligente, terminales para coches eléctricos.
"Un ejemplo concreto de innovación responsable", saluda Ahmed Darwish Al Muhairi, director del Departamento de Asuntos Islámicos de Dubái, quien lo considera "una alianza perfecta entre los valores islámicos y la protección del medio ambiente".
El proyecto, liderado por el grupo inmobiliario del mismo nombre, se enmarca en la estrategia medioambiental de los Emiratos para 2030 y aspira a la certificación BREEAM, la referencia mundial en construcción sostenible.
Este logro adquiere una resonancia particular ya que el país actualmente alberga la COP28. Ilustra el deseo de Dubái de reconciliar la tradición religiosa y la innovación medioambiental. Una estrategia que responde a un doble desafío: afirmar su liderazgo regional en la transición energética, al tiempo que demuestra que el Islam es compatible con los desafíos ecológicos contemporáneos.
En un país donde más del 95% de la energía todavía proviene de hidrocarburos, este lugar de culto de nueva generación podría sentar un precedente. Probablemente otros emiratos sigan el ejemplo y transformen gradualmente las aproximadamente 5.000 mezquitas del país en laboratorios de transición energética.