Si tienes la suerte de visitar la Mezquita Omar en la ciudad turca de Estambul, encontrarás niños divirtiéndose en sus rincones, corriendo unos detrás de otros jugando al escondite o compitiendo en tira y afloja, y el imam de la mezquita comparte con ellos esta atmósfera única.
Bienvenidos a la mezquita conocida como la “Mezquita de los Niños”, que se encuentra en el municipio de Pendik en Estambul, y ofrece una experiencia excepcional que combina la espiritualidad del culto con la diversión del juego, haciendo de la mezquita un lugar querido para los niños, según el sitio web “Al Jazeera Mubasher”.
Sheikh Ibrahim Aslan, muecín y residente ritual de la mezquita, explica que la idea básica detrás de este enfoque es que la mezquita se convierta en un entorno amoroso para los niños, donde encuentren juego, orientación y amor. Lo que lo convierte en una parte integral de su vida social.
Aslan dijo a Al Jazeera Mubasher: “la persona es apegada a los lugares que amaba cuando era joven, y si no se basa en sólidas lecciones de fe, puede sentirse alejado de la religión cuando sea mayor”. Por lo tanto, la mezquita ofrece actividades que atraen a los niños, como juegos, regalos y programas interactivos, de acuerdo con la etiqueta de la mezquita”.
La mezquita organiza programas semanales para niños, con sesiones los sábados y domingos para repasar lo que aprendieron durante los cursos de memorización del Corán en el verano.
Las familias se reúnen todos los jueves por la tarde después de la oración vespertina, donde la mezquita ofrece té a los padres, mientras los niños disfrutan de los juegos.
Aslan destacó la importancia de cuidar a los niños y dijo: “Estos niños son el aceite que encenderá las lámparas de la mezquita de Al-Aqsa, si Dios quiere”.
Muchos niños expresaron su apego a la mezquita, como dijo Omar Asim: "Me encanta esta mezquita por los maestros y la hermosa atmósfera que crean para nosotros, donde aprendemos y jugamos juntos".
En cuanto al niño Yaman, confirma que, en su opinión, la Mezquita de los Niños es la mejor mezquita y añade: “Jugamos al tira y afloja, al escondite y a las carreras de sacos, y nuestros profesores nos dan suficiente tiempo para jugar y aprender”.
Otro niño dijo emocionado: "Si no hay niños en la mezquita, significa que hay un problema". "Quien no quiera escuchar nuestra voz puede ir a otra mezquita", según Turk Press.