El sector del transporte público en Francia vive días de indignación tras un reciente episodio de acoso vivido por uno de sus trabajadores. En la localidad de Grenoble, al sureste del país, un conductor de autobús ha recibido amenazas por su confesión religiosa.
Según ha denunciado el sindicato CGT, uno de los más representativos del país, el hombre musulmán encontró en su taquilla un paquete que contenía rodajas de salchichón, el dibujo de bandera francesa, un membrete de un panfleto de la CGT marcado con una esvástica y un mensaje claro y amenazante: “Fuera o a la muerte”.
El acto, que ha ocurrido en pleno Ramadán, ha sido calificado como “inaceptable y ”una amenaza de muerte explícita” por el sindicato, al que está adscrito el trabajador del servicio público de transporte.
La víctima ya ha denunciado los hechos. Los gendarmes tomaron huellas dactilares del lugar, pero de momento no han arrestado a ningún sospechoso. Sin embargo, por el lugar en el que se encontró el paquete, se cree que pudo ser un compañero de trabajo.
En declaraciones a France 3, algunos trabajadores expresaron su indignación al señalar que resulta “revolvente” pensar que alguien dentro del equipo, con quien comparten el día a día, podría ser responsable de un acto tan grave.
Estas amenazas de muerte no han sido el único ataque dirigido a la comunidad islámica. Semanas antes, otro conductor confesión musulmana fue blanco de un acto racista, según ha señalado el medio La Dépêche. En este caso, el empleado del grupo M Tag, perteneciente al transporte público de Grenoble, encontró en su taquilla una ojera de cerdo. El propio sindicato asegura haber recibido amenazas de muerte en su oficina, según Infobae.