La prohibición del hiyab en las competiciones oficiales en Francia ha dado lugar a un comienzo de polémica entre deportistas de prestigio, mientras en el Gobierno ha apagado las voces discordantes en su interior y apoya una proposición de ley para formalizarlo que está en tramitación parlamentaria.
"El Gobierno tiene una línea", ha subrayado este martes el ministro del Interior, Bruno Retailleau, en la radio Europe 1 recordando que el primer ministro, François Bayrou, acabó la semana pasada con las discrepancias dentro del gabinete y afirmó que va a poner en la agenda de la Asamblea Nacional esa proposición de ley, que ya ha recibido el visto bueno del Senado, para que sea adoptada.
Con la normativa actual, son las federaciones las que estipulan si se autoriza o no que las mujeres pueden llevar en las competiciones el velo, como cualquier otro signo de ostentación ideológica o religiosa y en los últimos años varias de ellas (la de fútbol en 2016, la de baloncesto en 2022, la de voleibol en 2023 o la de rugby en 2024) lo han prohibido.
Las pocas excepciones son las de balonmano, atletismo o bádminton, aunque esa situación cambiará si se aprueba la ley.
El judoca Teddy Riner, cinco veces campeón olímpico, irrumpió en este debate el pasado domingo en una emisión de la emisora RMC, quejándose de que "en Francia se pierde el tiempo en cosas, y sobre todo se pone el foco en las cosas que no hay que hacerlo".
"Incluso diría que tenemos que pensar más en igualdad que ensañarse con una única y misma religión", añadió en referencia a la musulmana.