Al menos 35 personas, entre ellas mujeres y niños, fueron asesinadas la madrugada de este jueves 17 de abril tras una serie de ataques aéreos israelíes dirigidos contra tiendas de campaña que albergaban a familias desplazadas en el norte y sur de la Franja de Gaza.
Las víctimas se encontraban en refugios improvisados, algunos de ellos dentro de zonas humanitarias previamente designadas como seguras por el ejército israelí.
De acuerdo con el Ministerio de Sanidad palestino, los bombardeos provocaron incendios que calcinaban los cuerpos de las víctimas, dificultando su identificación.