María Serbo, cuenta: "Un día fui a una mezquita y le recé a Dios: 'Oh, Dios, muéstrame la verdad. Si el Islam es el camino correcto, guíame hacia él, porque Tú eres quien puede lograrlo'. Esa noche, vi en sueño que me había hecho musulmana y había puesto el hijab. Al día siguiente, fue a la mezquita y recité la Shahada".
María Serbo, cuenta: "Un día fui a una mezquita y le recé a Dios: 'Oh, Dios, muéstrame la verdad. Si el Islam es el camino correcto, guíame hacia él, porque Tú eres quien puede lograrlo'. Esa noche, vi en sueño que me había hecho musulmana y había puesto el hijab. Al día siguiente, fue a la mezquita y recité la Shahada".